Punto y Llanto

No soy periodista ni estudié turismo pero si te soy parlanchina y feliz al saber que pertenezco a este país espléndido en donde somos gentiles y toderos, donde el 'pa' 'lante' o el 'bienvenido' seguido de una sonrisa te enseña el camino hacia lo diverso y exquisito, con colores, olores y sabores únicos. 

Nací en Cumaná, viví en Bolívar y ya tengo rato haciendo de Caracas mi casa. Aunque desde pequeñita estuve ligada al medio de la música, la danza y la cultura popular, en la locura de la juventud temprana, aposté mi formación a la ciencia; hoy médico. No soy fotógrafo, bailarina ni cantante pero me resulta feliz intentarlo. La luz natural es mi delirio y el color marrón mi elección certera. Creo firmemente en la educación y en los niños como única garantía de buen progreso. Agnóstica y respetuosa fiel de las creencias o posturas de cada individuo; tolerante. La identidad es el tesoro mas preciado, es el origen y lo que realmente somos por eso debemos reencontrarla, conocerla,  respetarla, mantenerla y protegerla. 

El punto y llanto es uno de tantos géneros musicales de tradición en el oriente venezolano; no se baila, se toca y canta para venerar al madero en algún velorio de cruz en el mes de mayo -tradición popular venezolana-. A los 20 años escuché uno y de inmediato empecé a tararear la melodía a la perfección sin entender como pasaba aquello; luego la memoria desempolva el recuerdo y me llevó a mi infancia cuando vi a muchos y escuché a otros entonarlo, me reencontré con ese origen. No importa si no vas entendiendo algunas cosas, solo curucutea estos espacios y te iré explicando desde mis cuentos -con fotos- lo que es mi Venezuela dichosa.

Cuyagua - Venezuela